Los canguros tienen pocos depredadores naturales. El tilacino, considerado por los paleontólogos que una vez fue un importante depredador natural de la canguro, se ha extinguido. Otros depredadores extintos incluyen al león marsupial, el Megalania y la Wonambi. Sin embargo, con la llegada de los seres humanos a Australia, hace 50.000 años y la introducción del dingo hace unos 5.000 años, los canguros han tenido que adaptarse. El simple ladrido de un perro puede establecer un boom en un macho adulto produciendo un frenesí salvaje. Las águilas y otras aves rapaces suelen comer carroña de canguro. Los Goannas y otros reptiles carnívoros también representan un peligro para los tipos de canguros más pequeños cuando otras fuentes de alimentos son insuficientes.
Junto con dingos y otros cánidos, la introducción de especies como zorros y gatos salvajes también representa una amenaza para las poblaciones de canguro. Los canguros y wallabies son nadadores adeptos, y suelen huir en cursos de agua si se le presenta la opción. Si se encuentra en el agua, un canguro grande puede utilizar sus patas delanteras para mantener al depredador bajo el agua y ahogarlo. Otra táctica defensiva descrita por testigos es sujetar al perro con las patas delanteras y patearlo con las patas traseras.